Existe en Guía de Isora un callejón conocido como el “Callejón de los Judíos”, aunque realmente su denominación original se corresponde con “Calle Pendiente”. Suponemos aplicando la lógica de la tradición histórica en España que el nombre de “Callejón de Los Judíos” se le aplica por la existencia de la residencia de la familia de Don Moisés en el lugar.
En este callejón o calle, vivía la familia de Don Moisés Lazary, conocido como “El Judío” o “El Hebreo”. Se supone que se estableció en el lugar con su familia en el lugar atraído por el creciente comercio que se desarrollaba en Guía de Isora, como consecuencia del auge comercial del cultivo y comercialización de la cochinilla.
Don Moisés, comerciante de profesión, regentaba el comercio de Don José Rodríguez en Guía de Isora, ubicado en la problemática casa de Don Andrés Martín.
Don Moisés murió a los 46 años en la catástrofe producida por el aluvión del 19 de diciembre 1879, conocido como “La Avenida de Don Andrés”. Aunque la casa donde vivía estaba cerca del comercio, la desafortunada decisión de permanecer en el interior del establecimiento al ver la intensidad de las lluvias que caían, fueron la clave del fatal desenlace, ya que debido a la intensidad de las mismas y la ubicación del inmueble, este fue arrastrado por la crecida del barranco, no salvándose nada del establecimiento, quedando el lugar completamente arrasado.
Ante el trágico desenlace, su familia quedó desolada, permaneciendo en Guía de Isora tan solo por la incertidumbre de que en algún momento apareciera el cadáver. Los restos fueron encontrados por su hijo Samuel el 11 de septiembre de 1900, 20 años después del suceso, en la zona denominada “La Rosa del Monte”. Fue enterrado dos días después.
Los descendientes de Don Moisés participaron en el año 1921 en los donativos para la reconstrucción de la iglesia de Guía de Isora.
FUENTES DOCUMENTALES
- Textos publicados en el suplemento “La Prensa” del periódico “El Día” de fecha 21/09/2002 y 13/07/2002 por José Mª Mesa Martín.
- José Manuel Valladares Expósito.
- Fotos: Francisco Marrero y Google Maps.
- Biblioteca Municipal Central de Santa Cruz de Tenerife - TEA.
Eres una máquina, Rafael. Fantástica explicación y en tiempo record.
ResponderEliminarEn realidad, todo el merito es de José Velazquez, que me puso en contacto con Don José Mª Mesa Martín, que me puso en la pista a través de sus publicaciones en el suplemento del periódico El Dia. Yo solo hice los extractos y la redacción del artículo.
ResponderEliminarReitero las gracias a los dos y también a José M. valladares por su aportación.
Me encanta descubrir la historia, puedo compartirla en Facebook?
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