En 1908 el libro "Wireless Telegraph Station of the World" la tenía catalogada como una estación con alcance mínimo de 1.600 Km.
El 25 de enero de 1908 se publicó el decreto que regiría la instalación de la red de radiotelegrafía en España. Era una norma poco precisa en las especificaciones técnicas; estipulaba la creación de una malla de estaciones radiotelegráficas con una estación central en Madrid y dos de primera clase ubicadas en Cádiz y Santa Cruz de Tenerife con un alcance mínimo eficaz de mil seiscientos kilómetros, además de otras de segunda y tercera clase.