LA NIEVE
RESUMEN GENERAL
La nieve y el hielo fueron un recurso industrial y comercial muy importante en Tenerife. Inicialmente se aprovechaba la existente en superficie, grietas del terreno y la que por medios naturales se almacenaba en algunas cuevas. Una vez que esta desaparecía, se recurría a la extracción de la existente en la “Cueva del Hielo”, a unos 500 metros por encima de Altavista - El Teide.
La mayor parte del producto se baja en forma de bloques de hielo que se preparaban para su transporte, con el fin de evitar que se derritiera.
EL INICIO DE LA EXPLOTACION
Se desconoce el año del inicio de la explotación de la nieve e hielo ya que tan solo hay referencias indirectas de relatos de científicos a los neveros, principalmente refiriéndose a “La senda de los neveros” o “la estancia de los neveros” .
La primera descripción de la Cueva del hielo la hacen unos comerciantes ingleses en 1646, aunque no especifican nada sobre los neveros o el aprovechamiento del hielo, no obstante parece relevante que el guía les llevara a la cueva.
Tenemos una referencia histórica clara en los relatos de Alejandro Von Humboldt de 1799 al llamar a Altavista como “Estancia de los neveros”.
LAS NEVERIAS
Las neverías eran los puntos donde se vendía la nieve y el hielo en la ciudad o productos que contenían nieve, por lo que era común que éstas coincidieran con cafés. En ellas se vendía nieve cortada en libras (460 gramos), aunque principalmente helados y bebidas frías. Las más importantes estaban en La Orotava, Puerto de la Cruz, La Laguna y Santa Cruz.
En 1.777 la libra de nieve se vendía a 6 cuartos de vellón (1 cuarto = 6 maravedíes). El precio era fijado por los neveros; a partir de julio de aquel año el precio de la nieve y el del vaso de agua fría comenzó a ser fijado por la autoridad local.
La rentabilidad de este negocio se incrementaba en verano debido a la escasez por el deshielo producido por las altas temperaturas, que hacían desaparecer la existente sobre el terreno.
Eran las personas encargadas de la explotación de la nieve. La recogían, transportaban y suministraban en la ciudad a los suministradores minoristas o comerciantes.
Dentro de los neveros existían varias especialidades, los peones, que recolectaban la nieve, los pisoneros que se encargaban de compactarla dentro de los pozos y los arrieros que la transportaban en las mulas.
EL IMPUESTO DE CONTRIBUCIÓN INDUSTRIAL:
En el BOPC del 24 de noviembre de 1852 se establece el pago de 120 reales vn. en concepto de contribución industrial por cada pozo de nieve.
En el BOPC del 2 de enero de 1856 se establece el pago de 120 reales vn. en concepto de contribución industrial por cada pozo de nieve.
En el BOPC del 9 de julio de 1873 se establece el pago de 60 pesetas en concepto de contribución industrial por cada pozo de nieve.
En el BOPC del 29 de diciembre de 1893 se establece el pago de 78 pesetas en concepto de contribución industrial por cada pozo de nieve.
En el BOPC del 6 de noviembre de 1896 se establece el pago de 78 pesetas en concepto de contribución industrial por cada pozo de nieve.
Fuente: BOC
LAS HERRAMIENTAS DE LOS NEVEROS
Para la manipulación de la nieve e hielo se utilizaban las siguiente herramientas:
Banastos (cestos de mimbre o similar).
Palas de madera e hierro.
Azadas de hierro.
Herramientas de mano de madera.
La nieve era transportada desde los puntos de recogida en forma de hielo hasta La Orotava, Puerto de La Cruz, La Laguna y Santa Cruz, distribuyéndose principalmente a las cafeterías y hoteles más importantes. Además la nieve de Tenerife se llegó a exportar hasta Gran canaria y La Palma.
La nieve se transportaba sobre mulas en bloques de hielo a medida de los serones (albarda especial para el transporte de la nieve). Cada mula transportaba dos cargas de unos 40 Kg. Los bloques se forraban con paja, helechos y sacos o mantas. El transporte se realizaba por la noche, para reducir el riesgo de deshielo de los bloques.
Con la aparición del hielo artificial sobre 1890, el negocio de los neveros fue desapareciendo, hasta que sobre 1920-24 terminó por desaparecer, conservándose únicamente los restos de los pozos de los neveros, la cueva del hielo y la historia.
En 1893 la prensa anunciaba la oferta de hielo artificial a 20 céntimos el kilo de la fábrica “El Teide”
La nieve superficial: El primer punto donde se cogía la nieve era la más próxima a las poblaciones, aprovechando toda la que se podía. Se encuentra sobre el terreno. Esta nieve es la primera que desaparece por el deshielo, con lo que su aprovechamiento era limitado y además de forma muy rápida, cada vez había que subir a mayor altitud para conseguirla. Era de aprovechamiento libre, salvo en algunas zonas del Teide que tenían delimitaciones de explotación, principalmente por proximidad a los pozos de nieve.
Las grietas naturales: A medida que la nieve superficial desaparece, esta se conserva mayor tiempo en el interior de las grietas, aunque a mayor altitud y por tanto más alejadas de la población. En los altos de La Orotava se supone que los goros y otras construcciones antiguas de piedra existentes también se utilizaron para almacenar nieve.
ACCESO AL ARTÍCULO SOBRE LAS GRIETAS NATURALES
Las cuevas naturales: son cavidades que por la altitud a la que se encuentran y su orientación, son capaces de conservar la nieve y hielo durante largos periodos del año. De todas ellas, destaca la llamada “Cueva del Hielo” en el Teide. en la cual el hielo duraba todo el año, aunque el problema de esta era la dificultad para extraerla y su transporte debido a la altitud a la que se encuentra y el tortuoso sendero para llegar.
Además de la nieve que pudiera caer dentro por efecto de las nevadas, los neveros introducían más de la existente en los alrededores, por lo que los pozos debían construirse en lugares estratégicos. Estos lugares debían estar en la parte baja de alguna ladera para facilitar el relleno del mismo con la nieve de los alrededores.
Por medio de peones con el uso de palas de madera y cestas, la nieve de los alrededores del pozo se amontonaba en el borde, para introducirla posteriormente en el interior. El pisonero era el encargado de compactarla en capas, que a su vez eran distribuidas en filas, utilizando helechos, paja o sarmientos para separarlas. una vez lleno el pozo, este se tapaba hasta que llegase el momento de extraerla (cuando ya no quedaba nieve en el exterior). El fondo del pozo estaba forrado con un tablado de madera, para permitir el drenaje. la nieve compactada (convertida en hielo) en el interior de los pozos se llegaba a mantener hasta dos años.
Como la nieve superficial y la de las grietas naturales desaparecía rápidamente, se construyeron los pozos con el fin de garantizar los suministros a las poblaciones. La nieve guardada en estos, duraba mayor tiempo que la del resto.
ACCESO AL ARTÍCULO SOBRE LOS POZOS DE NIEVE
Siguiendo otros indicios: Siguiendo algunas pistas que nos han hecho llegar, ampliamos las zonas de búsqueda y trabajo de campo: