Hace un tiempo me regalaron una piedra de molino (de unos 500 Kg de peso) con la cual no tenía muy claro que hacer.
Finalmente se me ocurrió que el mejor lugar y forma de preservarla era construir una mesa.
Pues reciclando un resto de tubo de desagüe que iban a tirar, un poco de cemento para rellenarlo, construí la base que serviría de soporte de la mesa.
Colocamos el soporte en su ubicación y subimos la piedra sobre este.
Para rematar, pintamos el soporte.
Con otra piedra más pequeña, hicimos algo similar pero con un tubo de menos diámetro.
Ahora forman parte de los bancos rústicos construidos hace un tiempo.
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