A lo largo de la historia, el
Teide se ha convertido en testigo mudo de
la práctica de multitud de
actividades realizadas por los habitantes de la isla y visitantes que en
calidad de científicos o simplemente como turistas han visitado la isla,
atraídos por el excepcional entorno que forma el volcán TEIDE y el espacio que
hoy ocupa el PARQUE NACIONAL.
El pastoreo se practica desde
época de los guanches (habitantes de la isla anteriores a la conquista) posteriormente se incorporó el
aprovechamiento de leña de retamas; estas dos actividades ya no se pueden practicar por motivos de conservación del
entorno.
La nieve, fue otro recurso que
dejó huella en la historia del entorno con la construcción de los pozos de los
neveros o la extracción del hielo de la cueva del mismo nombre.
La apicultura o la extracción de tierras de colores para las
alfombras de la Orotava son actividades tradicionales que hoy se pueden seguir
realizando en el parque.
El interés científico por la
astronomía, la geología y la botánica de aquellos primeros aventureros con sus
equipos y vestimentas de la época, poco adecuada para la climatología,
acompañados por arrieros y guías conocedores del entorno, marcó una etapa
importante en la historia de Tenerife y especialmente del Teide.
Por estos tiempos el turismo
estaba limitado a personas bastante aventureras. La evolución de las sociedades
europeas, convirtió esta actividad en una práctica habitual casi imprescindible
en la vida cotidiana. La cercanía de Canarias a Europa y el clima fueron dos
factores que nos conformaron como destino turístico de miles de personas, que
venían a disfrutar del sol y la playa. La construcción de las carretas al
Teide, incorporaron a los recursos turísticos las visitas al Teide de forma
habitual.
El cine ha sido otra actividad
que ha utilizado el Teide y su entorno como escenario para rodar películas y
spots publicitarios.
Las actividades actuales son una evolución del pasado que fusiona ciencia
con turismo.
EL turismo ha sido la actividad
que más ha evolucionado con el paso del tiempo. Hemos pasado del interés por
subir al Teide principalmente para disfrutar del paisaje, del colorido de la
flora en primavera o de las vistas que hay desde el pico a actividades
especializadas fusionan turismo, deporte
y ciencia.
Se trata de actividades que
llevan a cabo profesionales y aficionados en cada una de las materias. Podemos
encontrar corredores, ciclistas, montañeros, escaladores, etc. entrenando y
practicando su actividad en las zonas habilitadas para ello; biólogos, geólogos
o vulcanólogos, que con las correspondientes autorizaciones hacen sus estudios
e investigaciones; senderistas acompañados por guías especializados o por su
cuenta recorren los senderos del parque.
La vulcanología y la astronomía
en principio solo se realizaba por profesionales y aficionados especializados,
también han evolucionado, incorporándose como complemento a la actividad
turística que se realiza en el Teide. En este sentido los visitantes pueden
disfrutar de rutas guiadas con explicaciones especializadas en las dos materias
y disfrutar de observaciones de estrellas.
El parador, el refugio de
Altavista, el teleférico, los centros de interpretación del Parque, bares y restaurante
son las instalaciones que reguladas por el plan rector del parque prestan sus
servicios y permiten que tanto los residentes como los visitantes de la isla
disfruten de las maravillas que tierra y cielo conforman el Parque Nacional del
Teide.
Artículo en el Blog del teleférico
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